La comunión de un hijo es un acontecimiento muy especial.
Son muchos los preparativos que conlleva la celebración de ese gran día para que todo sea perfecto;
el traje, el peinado, los regalos, el banquete y multitud de detalles más.
Y cuando por fin llega el día, pasa todo tan rápido que, apenas ha dado tiempo a darse cuenta.
Es ahí donde yo puedo ayudaros, pues un buen reportaje fotográfico
contribuirá a inmortalizar todos esos detalles que tanto esfuerzo ha costado preparar,
reflejando de una manera elegante, y también divertida,
lo guapísimo que estaba vuestro hijo ese día.
¿Cuándo se realiza el reportaje?
Os ofrezco tres opciones, para que podáis escoger la que mejor se adapte a vuestras necesidades.
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El mismo día de la comunión
Tras la ceremonia,
ya que muchos niños no desean
vestirse dos veces de comunión.
La sesión será un poco más limitada en cuanto a tiempo y lugares a los que ir ya que,
como es normal, los niños están deseando reunirse con familiares y amigos
y disfrutar de sus regalos.
Pero es una opción a tener en cuenta.
¿Cómo y dónde será el reportaje?
Aunque la sesión fotográfica no suele durar más de dos horas, yo siempre reservo una mañana o una tarde para cada niño,
así, si surge algún imprevisto, no habrá problemas de horarios.
Aunque por supuesto habrá muchas fotos formales, me gusta experimentar y hacer que los niños se diviertan.
Les haré saltar, correr y cualquier otra cosa que consiga hacerles reír de corazón.
También me gusta implicar a la familia, bien con juegos si se prestan a ello
o, simplemente, para tener un bonito recuerdo familiar.
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El reportaje puede hacerse en estudio,
con un decorado y atrezzo ideado específicamente para ello y que hará que vuestro hijo luzca perfecto.
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También puede realizarse en exteriores,
en un lugar que elijáis o, si lo dejáis de mi mano, en unos de los paisajes que tenemos cerquita y que son preciosos.
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Y si lo deseáis,
también hay la opción de hacer medio reportaje en estudio y medio reportaje en exteriores,
así podréis tener lo mejor de ambos.